El perímetro libre, un anhelo de los fronterizos.

Abelardo
Gral. Abelardo L. Rodríguez

Por Héctor Mejorado de la Torre

El perímetro libre que se implementó en 1933 en Tijuana y Mexicali fue un primer intento por regular los productos que deberían ser exentos de gravamen, sin embargo, estos se fueron modificando a través del tiempo como resultado de las presiones de los grupos de comerciantes y empresarios locales.

La dinámica económica y las necesidades del mercado en Baja California durante la primera mitad del siglo XX se encuentra mayormente vinculada a los Estados Unidos de América que a la economía nacional. Es así como en este periodo las actividades empresariales se modificaron favoreciendo el auge de algunos sectores productivos y el declive de otros.

Las actividades económicas desarrolladas durante las tres primeras décadas se caracterizaron por la creación de empresas de servicios, los  empresarios invirtieron su capital en negocios relacionados con la venta de bebidas alcohólicas, casas de juego, garitos y demás actividades encaminadas a satisfacer las necesidades de los visitantes extranjeros y nacionales.

En este periodo acontecimientos internacionales modificaron la dinámica económica regional y se refleja directamente los sectores de inversión. La Primera Guerra Mundial favoreció la economía agrícola del Valle de Mexicali por la demanda de algodón y las leyes prohibicionistas que se implementaron en algunas ciudades de estados Unidos durante la primera década del siglo XX resultó favorable para la economía local. En 1920 las leyes prohibicionistas se implementaron en todo el territorio estadounidense esto incrementaron las inversiones en estos giros en el Distrito Norte.

Durante 1920 y 1921 las autoridades locales por petición de los pobladores de Tijuana, Mexicali, Ensenada y Tecate enviaron oficios al Presidente Álvaro Obregón solicitando se implementara la zona libre en la región fronteriza, sin embargo, les fue negado. La crisis económica de 1929 tuvo un efecto negativo en el mercado local, la afluencia de visitantes disminuyó considerablemente. Algunas de la acciones realizadas por los Gobernadores del Distrito durante la década de  los 30´s  fue el apoyar la creación de colonias agrícolas en el Valle de Mexicali.

En 1930 una comisión compuesta por autoridades del Distrito Norte y por miembros de las Cámaras de Comercio de Tijuana, Ensenada y Mexicali viajaron a la ciudad de México para solicitar a presidente Pascual Ortiz Rubio  estableciera los perímetros libere o la creación de una zona libre. Le expusieron que esta acción traería una mayor afluencia de capital, incremento en los negocios y en la población, mayor inversión en bienes raíces; por otra parte el gobierno recibiría mayores ingresos por concepto de prediales, gravámenes sobre giro mercantil, industrial, impuesto predial, del timbre y otras cosas más. El gobierno se oponía a la aplicación de privilegios, pero la necesidad de reactivar la economía del Distrito Norte motivó al gobierno federal a pensar en alguna modalidad de perímetros libres que favoreciera a Baja California y no diera margen a que los demás estados fronterizos exigieran lo mismo.

Sin embargo, fue hasta el 30 de agosto de 1933 que el presidente Abelardo L. Rodríguez, quien conocía perfectamente la dinámica económica de la región bajacaliforniana intentó elaborar un decreto en el cual todos los productos, materias primas o mercancías de producción local quedaran protegidas contra la libre importación de sus similares esa sería la base sobre la que se aplicó los perímetros libres en Tijuana y Mexicali, pero por carecer de precisión tuvo que irse adecuando a base de la propia experiencia de su funcionamiento,

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