Sobre la propuesta número seis

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Por Héctor Mejorado de la Torre

El definir la fecha de fundación de un pueblo o ciudad es una labor ardua de investigación, análisis y reflexión.  Dejar en la antesala mitos, leyendas y pláticas de café para estudiar las propuestas a la luz de los testimonios documentales y elegir aquella mejor estructurada.

El 14 de julio de 1990 se realizo el Segundo Simposio de Historia de Tecate, en él se dio lectura, posteriormente se analizaron y discutieron 16 propuestas para fijar la fecha de fundación de la actual Ciudad de Tecate. En una primera evaluación eliminaron aquellas que no estuvieron apoyadas en fuentes documentales fehacientes que sustentaran los argumentos presentados.  Así es como quedaron sobre la mesa las siguientes propuestas: 1) 1829, sin precisar día y mes; 2) diciembre de 1833 sin mencionar un día determinado; 3) 14 de marzo de 1861; 4) 25 de septiembre del mismo año de 1861; 5) 14 de marzo de 1871; 6) 2 de abril de 1888; 7) 30 de septiembre de 1892; 8) octubre de 1892; 9) 12 de octubre de 1892 y 10) 26 de noviembre de 1917.

El día siguiente, 15 de julio de 1990, la Comisión dictaminó con base en análisis cuantitativo y cualitativo de la documentación, dictaminó el  12 de octubre de 1892 como la Fecha de Fundación de la Ciudad de Tecate.

El 15 de diciembre de 1883, el Presidente Manuel González expidió la Ley de Colonización y Compañías Deslinadoras que establece que el Ejecutivo mandará deslindar, medir, fraccionar y valuar los terrenos baldíos o de propiedad nacional; que los terrenos deslindados, medidos, fraccionados y valuados, podrían ser adjudicados a inmigrantes extranjeros y ciudadanos mexicanos que desearan establecerse en ellos,

Con base en dicha ley, en octubre de 1887 se redactó un Proyecto de contrato que se celebraría entre el General Carlos Pacheco, Secretario de Fomento, en representación del Ejecutivo Federal y el ciudadano Castro de Beraza para el establecimiento de colonias en la Baja California , una de ellas se establecería en Tecate y la otra en Tijuana.

Para la Colonia de Tecate se utilizarían 5,000 hectáreas en posesión del gobierno, las cuales le cedería a título gratuito con la obligación de establecer en un plazo de seis meses a 100 familias de mexicanos repatriados de Estados Unidos, repartiendo a cada una 50 hectáreas. En dado caso que quedaran terrenos sin repartir, podrían ser entregados a extranjeros. Los colonos estaban obligados a construir una casa, en un plazo no mayor a tres meses contando desde la fecha en que recibían su lote, no podrían venderlo o traspasarlo. A cambio, los colonos gozarían de las exenciones establecidas en el artículo 7mo de la Ley de Colonización, es decir:

Por diez años, los colonos de Tecate estarían exentos del servicio militar, de toda clase de contribuciones, excepto las municipales;  del pago de  los derechos de importación e interiores a los víveres, donde no los hubiere, instrumentos de labranza, herramientas, máquinas, enseres, materiales de construcción para habitaciones, muebles de uso y animales de cría o de raza, con destino a las colonias; del pago de derechos de exportación a los frutos que cosechen; y a recibir premios por trabajos notables, y primas y protección especial para la introducción de un nuevo cultivo o industria.

Una de las controversias que desató este Proyecto de contrato fue el artículo 5to, en él se facultaba al concesionario para establecer familias extranjeras si quedaban lotes sobrantes. La pérdida de más de la mitad del territorio nacional al finalizar la guerra México – Estados Unidos y los constantes intentos extranjeros por apropiarse de la península de Baja California durante el siglo xix provocó suspicacia y desconfianza entre las autoridades del territorio.  Para lo cual solicitaron al Secretario de Fomento que se sustituyera dicho artículo o se modificara.

Tal preocupación se ve reflejada unos meses más adelante. En 1888, el gobierno mexicano consideró que debería contar con una mejor vigilancia sobre la región fronteriza, como consecuencia el gobierno federal convirtió el Partido Norte y el Partido Sur de la Baja California en distritos, cada uno con sus propias cabeceras y dependiendo directamente de la federación. El Jefe Político y Militar del ahora Distrito Norte decidió reorganizar la entidad. Así Tecate y Tijuana fueron convertidas en secciones municipales establecidas el 2 de abril de 1888.

Entonces ¿Por qué no fue aprobada la propuesta numero 6?

Un elemento a considerar, es sin duda, que de haber seleccionado el 2 de abril de 1888 como fecha fundacional, la posibilidad de conmemorar el centenario de la ciudad se desvanecería, por que estaremos de acuerdo que no despierta la misma expectación un centenario que conmemorar el 104 aniversario.

Pero más allá de la gran fiesta, están los argumentos y los documentos probatorios. Debemos hacer algunas consideraciones: Primero, el Proyecto de Contrato arriba descrito no fue firmado, así que descartemos la posibilidad que para el 2 de abril de 1888, la sección municipal de Tecate contara con más de 100 familias avecindadas; segundo, debemos tener en cuenta que la población de Tecate se encontraba desperdigada, no se contaba con un conjunto, aunque fuera pequeño de casa y familias aglutinadas en un espacio cercano. Las autoridades locales debían trasladarse para recorrer ranchos y rancherías en cumplimiento de sus funciones; su oficina era ambulante, caballo, libro, sello y maletín eran sus herramientas de trabajo, es decir, la categoría de sección municipal es otorgada a Tecate más por las distancias que debería recorrer el represéntate del gobierno y la autoridad que debía tener para resolver asuntos a su paso y no tanto por la cantidad de población establecida en la región; tercero, el constante cambio de denominación política y administrativa que presenta Tecate nos permite dar cuenta del vaivén de la población asentada en la región lo que nos lleva al cuarto punto, el abandono de terrenos y falta de seguridad en la tenencia de la tierra.

Para concluir, para el 2 de abril de 1888 el gobierno del Distrito Norte de la Baja California reconoce una región denominada Tecate más no un centro de población, región que era reconocida por los nativos mucho antes de la fundación de la Misión de San Diego en 1769;  pero quizá el elemento más importante fue la irregularidad en la posesión de la tierra y la permanencia de sus pobladores.

 

 

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