Por: Héctor Mejorado de la Torre
Coordinador del Taller de Historia de Tecate, A. C.
A continuación presentamos los cambios de propietario del rancho Valle de las Palmas, con ello mostraremos como la inestabilidad política del siglo XIX afectó a la tenencia de la tierra en la región. La primera referencia la encontramos cuando el gobernador interino del Departamento de las Californias, Pio Pico, en septiembre de 1845 concedió en propiedad a las señoras María Josefa Carrillo de Fitch y Guadalupe Estudillo de Argüello once sitios de ganado mayor del terreno conocido como Valle de las Palmas. En la concesión se estableció que podían cercarlo sin perjudicar los caminos ya trazados y utilizarlo para el cultivo, además de construir casa en él y poblarlo en un plazo no mayor a un año.

Posteriormente, en octubre de 1856, Santiago E. Arguello se presentó ante el subjefe político de la Frontera para manifestar que tenía información que Gabino Aguilar y Antonio Moreno habían denunciado el terreno llamado Valle de las Palmas concedido a su esposa Guadalupe Estudillo y a Josefa Carrillo. Declaró que lo habían poblado y cultivado en el tiempo y de manera permanente según lo establecido en la concesión, por tal motivo pedía que no se admitiese el denuncio.
El subjefe político determinó que presentara el caso ante el Juez de Paz, quien prohibió se aceptara el denuncio en perjuicio de las propietarias. Pero en junio de 1858, Antonio Moreno por sí y en representación de Salvador y Anastasio Villarino se presentó ante José Castro, subjefe político del Partido Norte, pidiendo por segunda ocasión la posesión de los terrenos conocidos con el nombre del Valle de las Palmas. La petición le fue negada en razón de hallarse ocupado por Guadalupe Estudillo de Argüello. A pesar de lo anterior se adjudicó el terreno a Moreno y a los Sres. Villarino.
Hacia 1859 se encontró que el gobierno de México ratificó dos títulos correspondientes al terreno Valle de las Palmas, ¿Qué acontecimientos permitieron esta situación? Recodemos que con la promulgación del Plan de Tacubaya en diciembre de 1857, el cual pretendía abrogar la Constitución del mismo año, da inicio el conflicto armado que enfrentó a los dos bandos políticos del país por tres años. Se establecieron gobiernos paralelos, con sede en la ciudad de México, el gobierno conservador encabezado por Félix María Zuloaga; y con sede en Veracruz, el gobierno liberal encabezado por Benito Juárez.


En esa época se presentó Julio Morner, comisionado por José Castro, en Veracruz para pedir la confirmación de vario títulos. El 8 de agosto de 1859, el gobierno liberal confirmó los títulos que constaban en la lista, entre ellos el expedido a favor de las Sras. Carrillo y Estudillo. Por la misma época vino a la Ciudad de México directamente de la Paz, Ulises Lassepas, comisionado por los habitantes del territorio para solicitar la confirmación de otros títulos. En esa lista se encontraba el mismo terreno de Las Palmas, adjudicado por el Jefe Político Gámez, en mayo de 1856, a Antonio Moreno, Salvador y Atanasio Villarino. Estos títulos fueron confirmados por el gobierno conservador. Al término de la Guerra de Reforma y con el triunfo de los liberales se declaró sin valor ni efecto la ratificación acordada en agosto de 1859 a las enajenaciones hechas por las autoridades de la Frontera, según decreto del 14 de marzo de 1861. A consecuencia de lo anterior el gobierno del Partido Norte dio un tiempo para que las partes afectadas presentaran las pruebas necesarias para comprobar la posesión del predio en disputa.
Los pobladores del distrito no solo no tenían certidumbre de la tenencia de la tierra sino que también para gestionar sus problemas tenía que desplazarse hasta La Paz, que era donde se encontraba la Jefatura Política lo que hacía aun más difícil tener sus documentos oficiales que ampararan sus procesiones en la Frontera.